Me comunico en la incomunicación...

El ser humano es un ser sociable. Por mucho que algunos se empeñen en negarlo, por muy bien que nos encontremos con nosotros mismos, estaremos aún más encantados cuando nos sintamos en armonía con las personas que queremos. Que no traten de convencerme de lo contrario.

Cuando contemplamos algo que nos maravilla, o nos sucede algo grandioso, a veces parece que no podemos disfrutarlo con plenitud. En esos momentos echamos en falta a las personas que más queremos, que más significan para nosotros, y eso dice mucho a favor de nuestros sentimientos aunque nos etiqueten de dependientes emocionales.

Me doy cuenta de que puedo acostumbrarme a disfrutar del momento sin tu presencia, por muchas razones, pero sobre todo porque gracias a lo más genuíno del ser humano, luego podemos comunicarlo, podemos transmitirlo a esas personas que añoramos. En definitiva, lo podemos COMPARTIR.
Al fin y al cabo ya se sabe, la comunicación nos permite vivir lo que no hemos presenciado.

Hoy un mágico Duende, me ha dado una alegría enorme pues existe la alucinante posibilidad de que participe en un corto. La forma en que se ha desencadenado todo ya es de película, no importará que el sueño se materialice. Deseaba con toda el alma compartir contigo tan ilusionante episodio y te he escrito un correo, un correo que obviamente no te he enviado.
No importa, no importa en absoluto, pues en mi fuero interno ya has "vivido" algo mío que no has presenciado. Lo hemos compartido. Aunque no te haya llegado, yo ya te lo he comunicado a mi manera.

Te he imaginado tendiendo las manos para eclipsar al sol y que mi sonrisa orgullosa y pletórica, iluminara durante esos segundos de euforia al mundo entero.

Puestos a imaginar.. que sea como más me apetezca, qué diantre!!

For me...

Ole por saber cómo soy.
Ole por aceptar tal condición.
Ole por no darme la razón
cuando no la tengo.
Ole por aplaudirte cuando sí la tienes.
Ole por dejar volar la imaginación.
Ole por buscar manos amigas.
Ole por encontrarlas detrás de las esquinas.

Ole por llenarme el corazón
de ternura y sentimiento.
Ole por llenarme de hermosura
cada vez que me miro.
Ole por cómo me cicatrizo y me levanto.
Olé porque tu mirada aún me conmueve
pero no me lamento.

Ole porque me gustas así
Ole por lo que crees,
por lo que quieres,
por lo que sientes
y porque te fias de ti.
Ole porque siempre estás ahí.

Ole cuando me haces reír
Ole por tus ganas de vivir
Ole por esos momentos
que sólo tu y yo sabemos.
Ole por los que nos quedan.
Ole por tu valentía y tu fuerza.

Ole por estar apostando por el futuro
asumiendo un pasado.
Ole por ser humilde pero ambiciosa.
Ole por perseguir sueños.
Ole por tu pasión y tu nobleza.

Ole si me acuerdo de ti
y en algún lugar te echo de menos.
Ole por tirar pa´lante y
hacerles frente a los miedos.
Ole por recuperar la naturalidad.
Ole por tu punto descarado que tantas
alegrías está envasando.

Ole por ser mi inspiración
Ole que ole por darme en la hoz
Ole por esos versos que escribo
y que hablan de lo que siento.
Ole por darme guerra.
Ole por los errores.
Ole porque el tiempo difícil ha valido la pena.
Ole por las numerosas puertas que tú solita
estás abriendo.
Ole por las nubes que descargan lluvia.


Ole por cuanto estoy descubriendo.
Ole por sentir que todo pasa y la vida sigue.
Ole por el amor, el que anima y el que desgasta.
Ole cada vez que pienso en ti
y no me desmorono.
Ole porque me sale, porque me late
porque me da por ahí.

Ole por girar la cabeza.
Ole por la vida,
por la gente que quiero
y me sabe querer
con mis luces y mis sombras.
Ole por lo que venga
lo que pasó, pasó y en la memoria queda.

Ole por la niña que juega
y no se cansa.
Ole por la primavera y este sol
rico que calienta.

Ole por ti, AMIGO de la "pezqueñina".
Ole porque el olvido nunca asomará la cabeza.

Parecía que sí pero no
Parece que no pero SÍ.

En fin, ¿en qué quedamos?
¿O sí o no?
Sí, claro que sí.
Vivo conmigo y...soy feliz.

La vida entre paréntesis...

No podía dormir. (Guiño querido Detective)
Demasiados frentes abiertos...
Me acompañan Miss taza de café y Don cigarro.
He dado una vuelta por la blogosfera. He dejado algunos comentarios.
Me he topado con esta entrada de Xavi (Pájaros mojados) y no hay nada más que añadir...
Gracias Xavi. Por todo lo que supone este post para mí. Quiero que tenga su hueco en esta vida entre paréntesis.



He podido salir y regresar para decir con rotundidad que algunos funcionamos con puntos cardinales suspensivos. Por ahí, el norte, por allá el sur, acá el este, y los latidos al oeste. Hay cosas en nuestro interior que pocas veces fallan (no dejemos que se pierdan).

Todos deberíamos poder cruzar más a menudo el puente que nos lleva al otro lado y descubrir cómo son las nuevas avenidas de la vida; cuestionarnos sobre el destino, sobre nosotros mismos, sobre el azar, el factor suerte o sobre las personas y las cosas que se sostienen misteriosamente a nuestro alrededor, sin las cuales no somos nada. Éste es el privilegio que, de alguna manera, tiene que compensar la otra cara de la moneda. Bienvenidos sean siempre esos brazos y esos lugares en los que gestamos nuestros mejores recuerdos.




La receta dice que para que algo nos vaya bien se necesita fe; creo que me la enseñaron desde pequeño. Años después, pegado al suelo, comprendí el tipo de fe al que necesitaba aferrarme. Por momentos contados, "tú también te sentirás iluminado, farola y brújula, con las retinas impregnadas de miradas y paisajes que habitan en algún rincón de tu interior".

A menudo vivo tan intensamente que otras vidas aprehendidas se asoman por alguno de estos puntos cardinales suspensivos. Y sé que puedo ofrecer la mano, el abrazo, el beso o la mirada más pura y sencilla, la que deja ver todas las lagunas y los desiertos que ya forman parte del camino, porque resulta que en esta enfermedad contagiosa hasta lo triste nos resulta bonito.

Pero, insisto, hay momentos tan intensos que incluso pueden saltar chispas al tocarlos y al tocarnos, como en el hotel de Bowery, en el East Side. ¿Habrían sentido lo mismo Bob, Allen Ginsberg o Kerouak? No me da miedo el alambre ni la barra, ni la red que a veces no alcanzo a ver cuando aparece el vértigo. Me gusta este riesgo y, de vez en cuando, me la pego, como tú... sin tener que ocultar las cicatrices (quizás gracias a ellas nos va llegando lo mejor).

No hace falta que me digas cuándo llegarás, porque a veces te intuyo, aunque no te hable del presente, y suena algo parecido a música celestial por las escaleras.

Tú me tonificas..

¡¡Encontré sustituto, más cómodo y económico!!

Mi falta de tiempo (interés y ánimo) me habían apartado del Gym y mis sesiones semanales de aeróbic.
Esta mañana escuché esta canción y rauda y veloz cogí mi culotte y me dispuse a recuperar aquellos pasos que creía olvidados y que parece que mi querida Montse se encargó de machacarme no sólo físicamente sino in my (¿selectiva?) memory.
Esta canción me pone de muy buen humor y mi body reacciona con una de sus pasiones: ¡¡bailar!!
Me he metido a la ducha con una alegría inexplicable, he descargado de lo lindo.
¡Cuántos saltitos, pasos y dobles palmadas!. Dejen paso, esta niñata se rebela y me domina..
Mañana, repito. Eso sí, la sesión durará cinco minutitos más...



Si compruebo que recupero resistencia física y pretendo tonificarme full , solicitaré por escrito al organismo pertinente este entrenador personal. Bueno, sino se despierta esa intención seguro que podemos disertar sobre el Teorema de Ceva...




(¡Ché, viva la frivolidad!)

Armonía..

Te regalo una cómplice mirada..



Te regalo mi auténtica sonrisa..




Te regalo una dulce muda compañía..



Te regalo toda mi sensualidad..



Te regalo este ahora..



Te regalo mi espontaneidad..




Pero no puedo regalarte mis palabras, pues el silencio es el don de la armonía..