lunes, agosto 20, 2007

Good bye, rafiki...

A la vista ya del puerto y la Ciudad de Piedra, Zanzíbar parecía un brochazo de pintura dorada sobre el mar color fucsia, un cuadro digno de Vermeer. Hay pocas luces comparables a la del atardecer en Zanzíbar, cuando el viento ha barrido la calima y los objetos y los seres quedan singularizados en trazos precisos, rodeados por un aura palpitante. Y la luz, al chocar con la piedra coral de los edificios, rebota en tonos rosas contra el océano de duro azul, mientras del cielo parece descender una luminosidad de polvo de oro...


Zanzíbar, agosto 2007



Sigue llenando este minuto de razones para respirar..

5 Comments:

Blogger Fernando said...

todo tan hermoso..y al final Pablo Milanés...besos

agosto 20, 2007  
Blogger Asha said...

Fernando....aysss Fernando...

Mejor no añado nada y contemplas mi carita cuando se crucen de nuevo nuestros carritos en Hipercor :))
Besos!!!

agosto 21, 2007  
Blogger amelche said...

Cuando estas enamorada, aunque estuvieras en la ciudad mas cutre, la verias encantadora. Desde Irlanda sin acentos, un abrazo.

agosto 21, 2007  
Blogger amelche said...

Preciosa foto, que no lo dije.

agosto 21, 2007  
Blogger Bruma said...

Guau... Eso es un anochecer bonito...
Yo he visto muchos anocheceres en estas vacaciones, y cada uno tiene su luz especial verdad?

Feliz regreso, un abrazo.

agosto 27, 2007  

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