My biggest lie..
¡Qué maravilla!
Juraría que por fín te he descubierto..
Y aunque no era lo más importante, resulta placentero.
Tantas veces releyendo, buscando la clave, y no hallaba la luz..
Bueno, la hallaba, pero en sitio equivocado y por tanto no iluminaba con la nitidez apropiada. Vivía en mi gran mentira fantaseada..
Y es que no hay mayor error que haber permitido que la cita se adueñara del ser:
"A donde el corazón se inclina, el pie camina".
Estaba segura que detrás de cada susurro, de cada huella, se escondía ÉL...
Pero confía en mí. He doblegado a mis pies.
El corazón ciertamente todavía late salvajemente y escupe en ocasiones bolas de fuego para que no pueda acercarme, concienzarse y así por fín olvidarle.
De momento controlar a ese pie que se alarga por aquí y enmudece por allá y marcarle inteligentes pasos, ya es toda una victoria.
Es esa enseñanza que he dibujado en mis pies la que debe no entender, que ya lo hace, sino demostrar vitalmente...
Asumid queridos pies que tenéis la dirección suroeste vetada, la ciudad de la luz, la ciudad soñada..
Corazón, ya caerás rendido a ese pie.
Te doy no una vida, ni media, ni un cuarto...
Te doy lo que tarde en aprender a sentir la necesidad de olvidar.
Enséñame pues, ahora que te he encontrado.
Dispuesta me hallo...