martes, julio 15, 2008

Ese otro posible...






Porque nacemos con muchos otros posibles he decidido cambiar el nombre del blog. (Ya estáis retocando esos enlaces guapetessss)
SIMULACRO DE DESTINO se alejaba de mi (actual y preciosa) realidad; ya no quiero que me "mangonée" el destino, nanai de la china. Me gusta mucho más INTERVALO DE POSIBILIDAD, me da alas para creer y así apostar por ser yo la arquitecta de mi destino. (Cierto es que un buen profesional en la materia, anda echándome un cablecito en este sentido)

En este tiempo Aylandara ha crecido, y lo más satisfactorio ha sido encontrase, descubrirse, para así definirse y lucirse. Diseñar "este posible" no ha sido fácil, vosotros lo sabéis, ha requerido mirar hacia el sentir más profundo, haciéndole frente a todo lo que ha removido y ha aflorado y a partir de ahí, un combinar nuevo en el pensar, el sentir, el hacer, hasta esbozar esta alternativa propia y madura que me identifica y me enorgullece.

La inspiración llegó a través de un texto: (Gracias Luis, gracias Fabiola)

"Y así vamos por la vida, rígidos en una forma de hacer, en un camino de apariencia pétrea con pocos registros o volátiles con gran variabilidad pero sin alternativas de cambio. Tenemos consolidado un camino preestablecido y eficiente, una arquitectura que nos estructura, un nivel de voltaje que nos activa movidos por una química preferente a la que nos hacemos adictos: "yo soy así".

Ese yo soy así construye nuestra identidad, ese eco interior que nos devuelve un sentimiento íntimo de "yo mismo". Y con esa identidad vamos tirando y resolviendo con mayor o menor éxito. Hasta que llega la crisis que no es sino la imposibilidad de resolver lo que nos pasa a partir de nuestro "yo soy así". En este punto, podemos volvernos al mundo y pedirle que cambie (algo que yo ingenuamente suplicaba).

Pero también podemos volvernos hacia nosotros mismos (algo que al final yo hice y cuan orgullosa me siento!!!!). Es el momento de ponernos fuera y mirar dentro, para sin temor, tomar conciencia de nuestra forma, esa que nos ha traído hasta la crisis. Analizar qué caminos hay detrás de cada paso. Desmenuzar nuestro perfil ante la vida. Y después de destriparlo, sin sentirnos prisioneros, encontrar algún otro de nuestros escuálidos posibles abandonados".


Te encontré, escuálido posible abandonado!!!