lunes, junio 02, 2008

Mutación consentida...



"La morosa preparación de un gran viaje se parece a las preparaciones de los ritos de paso que cambiaban la condición de los sujetos protagonistas. Con el gran viaje, la antropología se recupera y se desarrolla esencialmente según una similar voluntad de transformación. No se es el mismo individuo antes y después del largo recorrido. Los ojos, el corazón, la mente, experimentan una mutación tras el periplo exótico, inaguran otra vida. Una vida adicional y enriquecida que demuestra hasta qué punto, gracias al gran viaje, el espacio se potencia como un componente esencial del ser y estar" (Vicente Verdú)


A finales de Julio aterrizaremos en la India. No será el típico viaje turístico, éste esconde otra intención anhelada; aunque nos daremos una pequeña tregua en las playas de Goa para reconducir sensaciones, impotencias y rabias.

Bihar (Bodghaya), Kathmandú, Anantapur... Volveré casi a puntito de comenzar las clases, después de haber compartido las vacaciones con otros niños. Un mes que promete. Y unos ojos, corazón y mente que a buen seguro mutan.

Voy a conocer al fín en Bihar el proyecto en el que he metido algo más que las narices. Conoceré también en Anantapur a Vicente Ferrer y me sentiré orgullosa al comprobar cómo te reconoce, se alegra y te abraza.

Tengo muchas ganas de mutar, muchas, y tú ya has vaticinado en mí esa mutación consentida. Aunque sé que mi naturaleza impresionable y vulnerable hará de las suyas no me inquieto, sé que tengo al compañero de viaje perfecto. El que sabe estar a las duras, y a las maduras.



Nitish, no imaginas mis ansias por conocerte y felicitarte.