lunes, febrero 19, 2007

La verdad no nos hace libres...


Pocas palabras más sacralizadas que la palabra Verdad, así con mayúscula, porque todos damos a esta palabra la categoría de valor absoluto. Ya se sabe que la verdad no se discute. Al contrario, todos esperamos que se nos agradezca la generosidad de haberla revelado toda vez que nadie pone en duda que la Verdad nos hace libres. O sea, que en la Verdad está nuestra liberación de todo tipo de ataduras, que atadura es cuanto nos aflige.

Pues muy bien, pero, ¿de qué Verdad hablamos? ¿De la tuya o de la mía?. Porque de hecho no hay una sola Verdad aun cuando todos creamos ser dueños de esa Verdad única. Sólo hay verdades-así, con minúscula- que eso sí, cada uno a su entender considera verdades únicas. Recuerda, tu madre te acunó con sus verdades, tu padre te aleccionó con las suyas, los educadores te obligaron a creer en las verdades que otros habían formulado dándolas por buenas, el cura-o cualquier otro religioso de no importa que religión-te abrumó con sus admoniciones si incumplías su verdad, el médico te recetó de acuerdo con las verdades, también consideradas infalibles, de una multinacional farmacéutica...Y todas esas verdades-y muchas más- con las que todos nos quieren liberar son verdades que siendo sólo eso, verdades personales y temporales, nos son impuestas en cada momento de nuestra vida como verdades absolutas. Como algo que no se puede discutir.
Las verdades impuestas no pueden liberarnos. Es a la inversa, sólo estando liberados podemos ser capaces de discernir en cada momento donde está la verdad.
Debemos tener en cuenta que toda verdad es una verdad relativa. No hay verdades absolutas que nos liberen. Y esto es por la sencilla razón de que todo humano es un prisionero en la cárcel de su percepción. Nuestra realidad-y la realidad es la objetivación de la verdad- es tan sólo la corresponde a los umbrales de nuestros sentidos y a la estructura de nuestra actividad cerebral.

Cuando se practica la terapia liberadora Anatheóresis se observa que en esa cárcel perceptiva es la que estamos encerrados cada uno de nosotros posee su propia celda la celda en la que nos vamos encerrando al absorber las verdades que de fuera nos llegan desde que somos cigoto hasta que, entre los siete y doce años, dejamos de ser seres puramente emocionales para ser ya capaces de discernir, de razonar. Sólo que cuando somos capaces de discernir ya estamos condicionados por las verdades de mamá, de papá, del cura, del maestro, etc. Y todas esas verdades nos impiden ya ser libres para discernir reflexivamente dónde está no ya la Verdad sino simplemente una doméstica verdad. Y esto porque ya con nuestras verdades, que son verdades emocionales, sentidas, hemos forjado nuestra personalidad. Somos esa memoria de verdades sentidas. No olvidemos que la vida no es cuanto nos ocurre sino cómo sentimos lo que nos ocurre. Y de ahí que forjemos tantas verdades personales como experiencias emocionales gratificantes o traumáticas hemos vivido, especialmente en el claustro materno y en la niñez. Pero también en la adultez, cuando esas verdades sentidas, ya incorporadas desde el cigoto hasta los siete o 12 años, nos llevan a actitudes que las potencian.
Cuando inevitablemente nos encontramos en una encrucijada vital en la que tenemos que decidir que camino seguimos, cuál elegimos, lo hacemos de acuerdo con nuestros contenidos mentales, que son nuestras experiencias vitales y que, en definitiva son nuestras verdades. Y son esos contenidos los que eligen por nosotros.(...)

Tratado Teórico - Práctico de Anatheóresis. Joaquín Grau.


Barriendo para casa:
"Todo ser humano es un prisionero en la cárcel de su percepción. Somos esa memoria de verdades sentidas. La vida no es cuanto nos ocurre sino cómo sentimos lo que nos ocurre."

jueves, febrero 15, 2007

Más íntimo que nunca...


Me llega un SMS (tan largo que ocupa "dos pantallitas") de una compañera del colegio, profesora de literatura, con la que he tenido el gran placer de compartir esta tarde un café de lo más sustancioso, enriquecedor y gratificante :

-No dudes que la calma y la alegría llegará. No tengas prisa, la vida es larga como dice Machado:“Sabe esperar, aguarda que la marea fluya –así en la costa un barco- sin que el partir te inquiete. Todo el que aguarda sabe que la victoria es suya; porque la vida es larga y el arte un juguete. Y si la vida es corta y no llega la mar a tu galera, aguarda sin partir y siempre espera, que el arte es largo y, además, no importa”.
Un par de horas después llega otro de Alicia (hermana pequeña de mi madre y gran aliada) : No te olvides de que estoy aquí para todo. Te quiero mucho, mucho.
Y al llegar a casa, ascensor arriba, después de un día intenso y emocionalmente duro, llega en otro mensajito de nueve letras una palabra, una que por sí sola y sin más florituras resulta suficiente para dibujarme una sonrisa sin posibilidad de albergar duda alguna de que el cariño no es, ni puede ser, diluido por la distancia...

Sí, evidente, sigue acompañándome la niña que se emociona ante los detalles aparentemente insignificantes y cuánto me alegra que no me haya abandonado a pesar de que han sido muchos los recientes intentos por esconderla o taparle la boca.

Morena, ya sabes...Todo el que aguarda sabe que la victoria es suya...a por ella!!!

Y remato el día con otro precioso "regalo": Gymnopedie Nº 3, me tumbo en la cama y sonrío mientras la melodía me atrapa...

lunes, febrero 12, 2007

Hoy el día trae otro temple...




Sabía que hoy iba a llover.
Mis ojos ya lo han anunciado esta mañana.
Barruntaban mucha más agua.
Me preparo un café y me fumo un cigarro.Paladeo el humo y acaricio con tiento el trozo de bollo suizo.
Llegan las preguntas, los temores, las nuevas ideas...
Me pregunto si es posible volver a vivir en el campo sin nostalgia de la trepidación humana.
Me pregunto si voy a ser capaz de dejar de viajar por mis recuerdos y dar media vuelta.
Estoy pensando en mudarme a la casa de las afueras, al menos por un tiempo.
Allí enciendo modestas fogatas, quién sabe si la fogata de las vanidades...
Me gusta quedarme absorta mirando el fuego, sus chisporroteos.
El fuego es visible, inocultable, tan fácil de ver como el amor o la paja en el ojo ajeno.
Quizá allí consiga salir de la fase menguante. Habrá al menos que intentarlo.
Como dirías tú: -Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.
Yo busco una dosis de magia para no hacer frente a la realidad.

Los días se escurren entre los dedos, somos el tiempo que nos queda...(Bonald)
Alicia discrepa, la vida son raticos, nena.

martes, febrero 06, 2007

Estupidez..


"Leo en una comedia de Theodore Rubin un elogio a la estupidez que me arranca una sonrisa en un día nublo y tristón:
-Debo aprender a querer bien al estúpido que hay en mí: ese que es demasiado sensible, que habla mucho, corre excesivos riesgos, que a veces gana y otras, demasiadas, pierde, que no tiene autocontrol, que ama y odia, que hace daño y se hace daño, promete y no cumple, ríe y llora. Sólo la estupidez me protege de ese tirano autoritario y en exceso autoritario que vive en mí y que si no fuese por mi lado estúpido me robaría la vitalidad, la humildad y la dignidad.-

Gracias Felisa, por acercarme a Manuel Leguineche y su club "Los faltos de cariño".
Iré desmenuzando este libro que hizo que el trayecto Zaragoza-Madrid fuera cautivadoramente diferente a la par que sorprendente.

domingo, febrero 04, 2007

Llegará...

Hoy no puedo dejar de pensar en ti.
Te echo tanto de menos que no sé cómo recuperar la cordura.
Ayer llegué a expresar que todo estaba superado, engañándome a mí misma y lo que es peor, a alguien encantador que quiso asomarse a la ventana preguntando en el quicio.
No entra aire fresco, no es posible, no mientras tu perfume lo inunde todo.

Blog melancólico, muy bien apostillado, tienes razón, pero esa es la realidad y no otra, y por la imperiosa necesidad de sacar fantasmas se creó este espacio de tantas sombras. Menos mal que la luz la ponéis vosotros cada vez que me dejáis junto a la huella, el aliento, la esperanza y el abrazo.
Mañana visito Donosti, ya veréis como regreso nueva y creo a pies juntillas en ese nuevo pentagrama.



Secuéstrame anda.
Secuéstrame y no pidas rescate. Llévame lejos, a un lugar donde las voces son extrañas, donde las aguas arrastran los recuerdos como esas lágrimas que se pierden en la lluvia.
Que la melancolía no me encuentre para repetirme palabras mil veces dichas ni me haga contemplar cómo me consumo frente a un espejo.
Y así en el olvido se confunda el pasado.
Y sólo me liberes cuando no exista ya, y sea Nadie la que vuelva a recorrer caminos y senderos, limpia de heridas ya cerradas y convertidas en borrosas cicatrices que ya nada significan.
Y pasado todo, trotando de nuevo, con esos saltos que tanta risa te provoca al verlos, tome el siguiente recodo con una sonrisa en el alma, volviéndome sólo para sacarte la lengua y dejarte en prenda un guiño.

Gracias Susej. Te debo una.

Patxi, mañana llega la maña enamorada de tu tartaleta de txangurro. Abran paso señores...