Estados de ánimo...

Porque Mario Benedetti describe a la perfección cómo me siento hoy....


(Laguna de Ruidera, Albacete)


Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.

Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.

A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.

Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne,
con un embarcadero
ya sin embarcaciones,
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces.

Sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.


(Suena Moby con Amaral y con ellos me calzo una sonrisa porque encuentro la explicación y la solución para "escapar")

Más allá..

(Más allá, La ley)

Descubres un mundo a tus pies y deseas alcanzarlo con las dos manos.
Tu imaginación inventa un día a día en el que vestir colores nuevos y deleitarte con diferentes sabores.
Apuestas porque la sonrisa se torne victoriosamente perenne.
Imparable sigues la señal que la vida en un momento sagaz te ha marcado.
Cruzar el desfiladero supone afrontar el riesgo de que la tierra se mueva y algunas piedras resbalen a tu paso, obligándote a detenerte y a plantearte desandar lo ya caminado.
No importa, miras hacia delante, hay arrojo y tu mente inquieta ya ha vislumbrado el claro que brilla MÁS ALLÁ. Ese lugar en el que compartir esencias y captar nuevos aromas imperceptibles a tus cinco sentidos. Decides despertar al sexto. Llegó la hora de asumir, como dice una canción, de que eres incapaz de vivir sólo con cinco sentidos.

("Más allá espero un sol que me llevará donde un sueño es realidad"...no es sólo una frase de esta canción, ni una utopía, los sueños son la promesa de seguir más allá....)

Almería..

(Playa de Mónsul)


Dejo que fluyan los recuerdos,
esos recuerdos que generan un remolino de emociones,
aquellas emociones que rescatan el brillo de los ojos,
estos ojos que luchan por avivar un corazón decaído.

Abro la puerta de la libertad para sentarme en la playa a tu lado.
Tus manos me devuelven la sonrisa, tu abrazo a "traición" (de improviso y por la espalda) me estremece y se graba en mi alma.
El mar nos mira, y tú esperas en silencio mientras yo le cuento mi secreto.
Siento que el olvido, jamás pernoctará en mis sueños almerienses...


(Suena "Todo" de Pereza...dame un todo y todo llega...)

Te encontré..

Durante mucho tiempo, he buscado personas:



que fueran moderadamente o tremendamente felices consigo mismas,
que lucharan por todo aquello, que según ellas, mereciera la pena el esfuerzo,
que apreciaran la sonrisa como algo muy profundo y serio,
que sintieran el silencio como el diálogo más rico en algunos momentos,
que buscaran enriquecer sus vidas con la presencia de otro al que no tuvieran interés en cambiar o limitar,
que fueran capaces de alegrarse de mis humildes triunfos y de apoyarme en mis más o menos profundos y aparentes fracasos,
que no se mostraran demasiado indiferentes ni protectores,
que trataran de dejar al otro por lo menos tan rico como era antes de encontrarlo,
que sin pretender dar lecciones de sabiduría, ayudaran a aprender y descubrir lo más importante de la vida, y que, llegado el momento de no estar codo a codo, fueran capaces de llevar esta distancia sin estridencias, tan sólo reconociendo que se había disfrutado en la experiencia conjunta y haber terminado con energías suficientes y deseos de provocar otro interminable o fugaz pero compartido momento.

Sigo buscando, pero al haberte conocido, sé que ya me queda una persona menos por encontrar...

(Dedicado a todo aquel que encontré y me acompaña en este destino incierto, especialmente a ti, mi adorada Ana Gr, mujer admirable cuya sonrisa ilumina mi alma)